Algunos podrían decir “¡La Transformación Digital se acerca!”. Lo cierto es que dicha revolución está en pleno furor y mientras más nos demoremos en entender sus alcances, su impacto y las repercusiones que esto trae, el panorama en términos de sostenibilidad en el largo plazo será ciertamente muy complicado.
Y es que son muchas las implicaciones que trae esta transformación para el futuro de las empresas en Colombia.
Por un lado, la continuidad de la mediana y pequeña empresa se verá comprometida severamente frente a sus competidores con más chequera y recursos, quienes probablemente si entendieron lo que la transformación digital significaba en términos no solo de riesgos sino de oportunidades.
De otro lado, la competitividad en el panorama global será cada vez más complicada toda vez que los grandes mercados se moverán en términos del lenguaje de la transformación digital y no habrá tiempo para contratar intérpretes.
Antiguamente, las empresas se sentían orgullosas de contar con un departamento de sistemas o de informática que, mediante el despliegue de tecnologías, como servidores, aplicaciones, routers, switches, discos, bases de datos y otras soluciones, brindaban a la empresa las herramientas y medios con los cuales hacer más eficiente al negocio en general.
Sin embargo, los días de esos departamentos de TI, con grandes presupuestos, gran cantidad de recursos y llenos de infraestructura están por terminar. El nuevo reto para los gerentes de TI ad portas del 2020 es “Transformarnos o morir”.
Se hace necesario entender rápidamente que la Transformación Digital no es solo un cambio tecnológico sino un cambio de mentalidad: aceptar una nueva forma de cómo consumimos y cómo usamos la tecnología.
Parte de la responsabilidad de los que trabajamos en este medio, no es solo proveer las nuevas soluciones, medios y herramientas que posibiliten que el empresario promedio se arriesgue en este nuevo paradigma, sino proveer el acompañamiento, formación y gestión del cambio que este reto demanda. No es solo vender. La transformación digital implica un compromiso. Y ahí probablemente resida la clave entre el éxito y el fracaso.
Parte del compromiso, yace en lograr que las áreas de TI, que normalmente han operado por silos tecnológicos, con dominios de funciones, cargos y responsabilidades muy claros, a lo largo de los últimos 20 años, entiendan que ya no es tiempo para ser sentimentales al respecto. Es el momento para dejar fluir y acompañar al negocio en este salto.
Y en ese fluir, el personal de TI debe entender que migrar lo que tienen (o lo que resta) de su infraestructura física a un Data Center bajo, un modelo operativo como servicio, es imperativo. Las empresas que quieran ser jugadores en el próximo decenio, deben entender que los modelos operativos In-house ya no son suficientes para los niveles de servicio, disponibilidad, conectividad, calidad y precio que los Proveedores de Servicio pueden prestar hoy en día.
No existe excusa alguna para perpetuar el tradicional esquema de inversión/gasto sobre sistemas y tecnologías con despliegue y soporte local. Incluso en los escenarios más ácidos, en donde el nivel de desempeño y tiempo de respuesta se constituye en la principal barrera para dar el salto, tiene sentido seguir en ese empeño. Con los niveles de precio que ya tienen los canales y las eficiencias logradas a nivel de arquitecturas de aplicaciones, todo el procesamiento se realiza de manera centralizada y los clientes son cada vez más livianos.
El Data Center se constituye entonces en la pieza angular de una estrategia que conjugada con otras piezas y variables, pretenden llevar las empresas al escenario de la transformación digital de una manera menos traumática.
Internexa apuesta por este panorama y por ello ha puesto a disposición de sus clientes, su nuevo servicio de Data Center, el cual complementa de manera perfecta, los servicios de conectividad tradicionales conservando los mismos niveles de confiabilidad, calidad y servicio que han sido su sello característico.
Nuestro compromiso como empresas de telecomunicaciones y TI es acompañar a los clientes en esta transición y ser los embajadores de una transformación que permita a nuestros socios ser más competitivos y eficientes de cara al panorama tecnológico de los próximos años.
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